Biografía de Isabella “Bellaisa”
Nació en Envigado Antioquia el 26 de mayo del 2008, del hogar de Abelardo Garcés y Sandra Sierra, llega a Jericó con el impulso ancestral paterno.
En Isabella se ha manifestado el fuego artístico, desde sus primeros años, jugaba a colorear desde su más tierna infancia. A los 4 años se inicia en la escuela de pintura, de la Casa de la Cultura de Jericó con el profesor César Tobón; a los 4 años entregó su primera obra en óleo, que ella misma denominó “ Los girasoles”, ostentando ya su mirada en la creación de la naturaleza.
Continúa su academia plástica y llega a producir 18 obras que nombró desde la expresión de sus temáticas así.
- Camino viejo
- Bosque encantado
- Mi mamá y yo
- Puente Maravilloso
- Pintando para Papá
- Morro encantado
- Otoño
- El pájaro de las Frutas
- Bailando en el atardecer
- Flamenco Rosado
- La cabaña del Paraíso
- Camino al Guayacán
- Bodegón “Frutas deliciosas”
- La soledad
- Isabella heliconius Isabella “mariposa”
- La fontana
- Bodegón
- Paisaje
Su disciplina le ha permitido crecer, no sólo en su producción, sino también en el reconocimiento con los símbolos de su hábitat ,en un entorno rico en expresiones bióticas, que no siempre son mirados por quienes circundan en ellas.
En su corta trayectoria ha tenido contacto con aristas como: David Manzur, Ramón Vasquéz, Tachuela, Dorian Florez, Rodolfo Sánchez Lalinde, entre otros. Estos artistas los ha conocidos gracias a eventos realizados por el Museo Maja, que han enriquecido su manifiesto plástico.
Actualmente estudia en la I.E Normal Superior de Jericó en el grado 4º.
Ha participado en 3 exposiciones colectivas y tiene su primera individual en la Casa Ariadna en Jericó.
Una de sus obras “ Flamenco Rosado” ha sido fijada en el palacio de Nariño, al que fue como invitada especial del presidente de la república Juan Manuel Santos, por su condición de niña artista.
La obra “ Otoño” fue obsequiada al exgobernador Sergio Fajardo en su visita a la inauguración del Parque Educativo Atenea. Ganadora del concurso “ Pintemos de flores a Jericó” en la categoría Infantil con su obra “Morro encantado”.
Ella colma de color y formas, las sensaciones que en su alma anidan.
Ha vendido 4 obras: Puente Maravillo, El pájaro de las frutas, la cabaña del paraiso y el Bodegón “Frutas deliciosas”.
“Bellaisa”, su nombre artístico, reconoce el importante papel de su profesor César Tobón en su formación y el invaluable acompañamiento de sus padres Sandra y Abelardo, quienes han sabido custodiar su talento y respetar su libertad en las armonías que ella expone en sus lienzos.
Lleva nombres en su corazón que le han dado rayos en su camino artístico, cuyos nombres están bien registrados en su más grande agradecimiento. Gracias a Adriana ……… por esta oportunidad que la ubica en el diálogo artístico con su comunidad más cercana.
“ Pintando mis sueños” concentra toda su obra y la entrega con amor a quienes la han visto crecer, a quienes le han mostrado que la vida tiene tinturas fantásticas, y que vale la pena sumergirse en su infancia desde muchos, muchos colores.
Presentación de su naturaleza Artística.
Isabella “Bellaisa” nace en envigado el 26 de mayo del 2008, en el mes de las flores, como un anuncio de que en ella cantará la naturaleza la explosión de su belleza más simple y la infancia jugará sus rondas de “Pase el rey que ha de pasar”.
Su obra es un jardín multicolor, la voz sensible y dulce de un pincel tierno que extrae sustancias de seres cercanos a su vida y a su imaginario; los toca con su mirada y desde su creatividad los lleva al lienzo en juegos infantiles de luces y de sombras, que danzan entre girasoles, guayacanes, frutas exóticas, caminos de bosques espesos, atardeceres, mariposas, flamencos, bodegones, montículos, otoños, pinceladas para papá y para mamá y otras formas que ya le dan identidad propia en sus apenas 8 años de caminar por nuestro mundo.
Bellaisa sabe interpretar las dimensiones ajenas y llevarlas al lenguaje del color, para aquel que es atraído por su cromática, allí deja manifiesto el vuelo de su imaginación. Se mueve con cautela entre su fantasía y su creación. También se deja embolatar en los bosques espesos y en los montes encantados, como en un jardín de reyes orientales.
Ella colma de color y formas, las sensaciones que en su alma anidan.
Pasa horas de piadosa disciplina en el encuentro con sus hadas, que se mueven entre el verde de las hojas, el azul del cielo, el arco íris de la tarde.
El reflejo de elementales, le roba permisivo las zancadas de su infancia; ese estado gracioso y juguetón que circunda la pintura de Isabella niña, de una artista que deviene a chorros su espíritu plástico y que transforma la golosa, las muñecas y el yeimis en luces de pincel. Por sus dedos, caminan los pies de los Gnomos revelando sus lugares…
En la pequeña Bellaisa, persiste la caricia infantil,.. se manifiesta el espíritu juguetón, la ingenuidad y el candor del primer rayo de vida; ella convierte la pintura en un juego sagrado, convoca a su femenino más íntimo, a esa poderosa brujita que transforma en algo artístico su más escondida niñez, como un alquimista experimentado. Además, es capaz de conectarse con las entidades que vigilan celosas su estado inocente, en un ritual de conjuros e inciensos que solo ella puede descifrar en su matiz.